ENCUENTROS FUGACES
La pluma me dicta los versos más
tristes este día
y apenas si percibo el amor fugaz de tus entrañas;
alimaña y flor mustia de un esplendoroso día,
siento una pesada soledad mientras me acompañas.
Yo en tus brazos me quemo, más no hay sones en mi lira;
no hay música en tus besos, mi fuego es apenas una débil llama.
Mi pecho evade tus ardores y por tus caderas suspira;
apenas somos dos cuerpos, en el espacio desierto de una cama.
No te quiero, no me quieres ¡Ay, verdades duras y amargas!;
mis manos buscan sin ánimo la rosa palpitante de tu sexo,
tus delicados y fríos brazos por mi cuerpo se desplazan.
No hay amor entre nosotros ¡Ay, verdades duras y amargas!,
el fruto de tu carne, yo sé, es sensual y delicioso, convexo;
me callo, te miro, te beso. Los minutos fugaces pasan.