ALMAS IMPIAS
Hoy la rosa del amor, todo su encanto,
agoniza en mi jardín y se marchita.
Sobre ella, un crespón de luto y llanto;
dentro de sí, un corazón que no palpita.
Un espíritu del mal es causa de quebranto.
La impiedad es casi el pan de cada día.
En las calles la violencia causa espanto
y en los labios solo hay frases de falsía.
Mentir y envilecer, no importa cuánto,
Pues bástale fingir al alma impía;
Satán mismo clama ¡Hosanna; santo, santo¡
Con su careta de mordaz hipocresía.
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